¿Qué es el Juego?

Jugar es el primer acto creativo del ser humano, que comienza desde su primera infancia por medio de una relación que se establece con la realidad y las fantasías, necesidades y deseos que los niños y las niñas van adquiriendo. Un niño crea un momento único e irrepetible cuando toma cualquier objeto y lo hace volar, y en medio de este juego para él no existen las pautas antes constituidas, donde no entiende de exigencias del medio y no existe un "hacerlo bien"[1].

El juego es una actividad que los niños y las niñas gozan al máximo, porque les  permite socializar con el entorno y las personas que los rodean,  ayudando de esta manera en un desarrollo a sus habilidades y obteniendo experiencias  directas en las cuales aprenden habilidades, se adaptan al medio y se  expresan construyendo su propia identidad; los padres dentro de este juego son de gran importancia puesto que ellos son los primeros en enseñarles los juegos que les ayudarán a desarrollar más su creatividad y su autoestima[2].

El juego ha obtenido unas características que lo definen, dentro de estas se encuentran:

1.    La libertad: el juego es voluntario; si lo convertimos en rutina u obligación, deja de ser un juego.

2.    El placer: es una actividad que divierte y alegra, por lo que resulta deseable para el niño; no hay juego sin diversión.  

3.    Su gratuidad ausente de finalidad: el niño juega porque quiere jugar, sin esperar ningún resultado[3].